miércoles, 29 de julio de 2009

Sigo luchando en ganarme su amor; su piel, sus besos, todo su calor. Tarde o temprano él sabrá que soy yo la que llora por su corazón. No es nada malo tampoco es un error, llorar por alguien que no te da su amor. Y si lo ven diganlé por favor, que aquí estoy.



Si hay un Dios es aspirina, si hay un Cristo es un café.




la resaca y la fisura le pellizcan el costado
Ayer no me preocupaba nada y en sus brazos descansaba, ¿cómo iba a imaginar? Se fué sin decirme una palabra, para que servió decirle tantas veces que lo amaba. Se fué con él el aire y la luz, mis ganas de amar y es que ya no puedo más. Porque siempre me pierdo con tu recuerdo, sabe más frío solo intentar olvidar tu amor, no sentir dolor, obligarme a perder tu calor. Porque muero por dentro, finjo y me miento, desaparesco por ti. Y el dolor no desaparecerá. Hoy que he perdido esta batalla donde solo yo luchaba, fui una ciega nada más. Tal vez cura el tiempo las heridas que dejaste en mi vida y que marcaste en mi alma.