Ella espera sentada,
pagaría por volverlo a ver. Se siente mareada, no sabe qué tiene que hacer. [...]
No sufras por nada que te tenga en segundo lugar, no quedan palabras que hieran todavía más. [...]
Llorá si querés, sólo si querés. Pero cuando pares
no olvides saber que sabés que se te ríe en la cara y no es la primera vez, que se acerca la noche y
te empieza a perder.
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