domingo, 10 de enero de 2010

Cómo duele, hoy te extraño más que nunca y no estás aquí. Lentamente, hoy me va causando tanto daño, que no sé vivir. Y se me va la voz si no tengo tus ojos, y no siento el calor. Si esas noches no son mías, y no estoy junto a ti. La razón para vivir, de rodillas junto a ti. Y se me va la voz, pensando que te has ido hombre. Y no siento el calor, el calor de lo prohibido. Y entrégamelo todo, que todavía llevo dentro la razón de ese recuerdo.




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